En su visita al Campín de Bogotá, la selección Argentina cayó ante Colombia por 2 a 1. El equipo de Alfio Basile llegaba con puntaje ideal a afrontar este partido, y contaba con algunas dudas. Finalmente, minutos antes del comienzo del encuentro, dichas incertidumbres quedaron disipadas: Cambiasso siguió como titular, Gago reemplazó a Aguero y Messi fue acompañado nuevamente por Tevez. Justamente, el jugador del Manchester fue protagonista de una situación que marcó el rumbo final del encuentro: a los 25 minutos le pegó una patada de atrás a Javier Arizala, cuando la pelota estaba en otro sector del campo. Esto fue observado por el línea uruguayo Walter Rial, quien le informó al árbitro principal Jorge Larrionda lo sucedido, y este decidió expulsar al "Apache". Este golpe, a pesar de todo, golpeó de manera tardía. La razón de esto radica en que, 10 minutos más tarde a esta situación, Lionel Messi recibió rápidamente un tiro libre jugado de manera inteligente por Juan Román Riquelme. El delantero del Barcelona realizó su gambeta característica, se metió en el área, pasó a dos colombianos y definió cruzado. Posteriormente a este gol, el equipo de Basile tuvo otras dos claras: Ibarra dejó el zurco por la derecha, jugó la pared con Riquelme, pero el formoseño no pudo definir ante la salida de Agustín Julio quien, 1 minuto después, le tapó al enganche del Villarreal otra situación clara.
En el segundo tiempo, el partido era bien controlado por la Argentina. Con toques precisos, aunque sin profundidad por la falta de un referente ofensivo, el combinado nacional pasaba los minutos sin sufrir peligro en su valla. Sin embargo, cuando promediaba el complemento, Rubén Darío Bustos, el que le había dado la victoria a Colombia en el partido ante Venezuela con un gran gol de tiro libre, realizó lo mismo ante un Abbondanzieri que nada pudo hacer. El empate era injusto porque, por la superioridad numérica en la que se encontraban los locales y la supremacía demostrada por Argentina, era esta quien merecía estar en ventaja. Pero eso no fue todo: a 10 del final, un pase entre Demichelis y Milito hizo que Dayro Moreno (en aparente posición adelantada) quedara cara a cara ante el arquero argentino. Ante la rápida salida de este último, el delantero la tocó para Castrillón, quien la devolvió para un Moreno que sólo tuvo que empujarla, ante la impotencia de Milito, que ya estaba en el suelo sin nada que hacer. A partir de allí, el empuje de Argentina fue insuficiente. Era momento de hacer entrar a Crespo o Aguero, pero Basile prefirió que no fuera así.
Fue derrota, la primera en estas eliminatorias, pero saldo positivo en este comienzo de la competencia que terminará depositando, sin duda alguna, a la Argentina en un nuevo Campeonato del Mundo.
DAMIÁN ORLANDI
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