¿Por qué siempre Racing es protagonista de películas de suspenso cuyos desenlaces recién, como su género lo indica, se conocen recién en los últimos minutos? Recapitulemos... En la 4° fecha, Racing le ganaba a Argentinos, Campagnuolo se equivocó feo y Pavlovich lo empató. En la 6°, parecía que no le podía ganar a Godoy Cruz, terminaba 0 a 0, hasta que Caballero metió un soberbio cabezazo y le dio la primera victoria al equipo de Caruso en el campeonato. En la 9°, un tiro libre de Franco Sosa, a diez del final, le dio un triunfo vital a la Academia frente a Central, en Rosario. En la 11°, Pezzotta había adicionado cuatro, estiró a uno más, llegó el córner para Racing, la bajó Lugüercio y Matías Martínez fue el héroe en el 1 a 1 contra San Lorenzo. Hoy, un nuevo capítulo…
En Liniers, en este caso el epílogo del match fue adverso para Racing. Le ganaba 2 a 0 con autoridad al puntero del campeonato, un deslucido y apático Vélez. Los tantos de Yacob y de Ramírez –de penal- hacían delirar a los miles de fanáticos racinguistas que viajaron hacia Villa Luro. El triunfo le daba más aire para el descenso y la posibilidad de soñar y mirar hacia arriba. Pero… esto es Racing. En 10 minutos, los de Gareca lo empataron: primero, fue Domínguez, quien convirtió de cabeza y, a dos del cierre (sí, otra vez sobre el final) un tiro libre perfecto de Zapata se metió en el ángulo de un inmóvil Migliore, espectador de lujo de otra de suspenso para la Academia. Para colmo, Castromán lo pudo ganar sobre el final, justo contra su ex equipo, pero la pelota le dio un beso al palo y salió.
Fue 2 a 2 en el Amalfitani. Vélez mantiene su invicto y sigue puntero; Racing lleva ocho sin perder, pero nunca va a poder apagar la TV antes de que termine la película de la que siempre es actor principal.
DAMIÁN ORLANDI
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