domingo, 16 de marzo de 2008

ESPECTÁCULO ASEGURADO

Cada vez que juega Banfield, los hinchas neutrales pueden ponerse cómodos en el living de su casa para ver un partido que tendrá muchas emociones. Porque cuando el Taladro pisa una cancha, el espectáculo está asegurado. Tres goles en la presentación con Estudiantes, cuatro con Racing, tres ante Vélez, cuatro frente a Arsenal, cinco en el clásico con Lanús y seis hace instantes, en el encuentro ante Tigre. Claro que no todos esos tantos fueron convertidos por lo de Juan Manuel Llop, sino que fueron los festejos sumados entre los convertidos por los del Sur y su rival de turno.
Lo más importante para destacar en esta nota, de todas formas, es el cotejo que mencionamos recientemente. Banfield recibió a los de Victoria y todos pensaben que, si bien los de Diego Cagna son un rival duro de batir, el envión anímico que llevaba consigo el local sería determinante para quedarse con la victoria. Pero claro, como siempre decimos (lo hacen todos, y es verdad), la lógica no existe en el fútbol. Porque Tigre dominó las acciones en gran parte del juego y también en el marcador, pero no supo aprovechar la ventaja y terminó lamentándose por el empate.

El 3 a 3 fue un premio exagerado para los de Llop, desde lo futbolístico; aunque justo por el hecho de no haberse rendido nunca y buscar el empate hasta el final. Santiago Morero abrió la cuenta para los de Cagna, pero Cristian Lucchetti empató de penal. En el comienzo del complemento, Matías Giménez desniveló nuevamente para el Matador y Román Martinez, luego de que Néstor Ayala errara otra pena máxima, selló el 3 a 1. Eso fue a 10 del final. Banfield luchó y nunca se dio por vencido. Por eso se dio el milagro: Darío Cvitanich y Luciano Civelli -dos protagonistas fundamentales en la goleada al Granate- anotaron uno cada uno, a 5 y a nada del cierre, y desataron la locura en el Sur. El Taladro, si bien no ganó esta vez, sigue de fiesta.


DAMIÁN ORLANDI

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