NO SE HICIERON DAÑO

Estudiantes y Lanús realizaron su segunda presentación en la Copa Libertadores. En el Estadio Ciudad de La Plata, el conjunto de Roberto Sensini buscaba recuperarse de la derrota sufrida en Ecuador, ante el Deportivo Cuenca. En cambio, los de Ramón Cabrero intentaban continuar con el pie derecho, ya que en su primer partido habían vencido al Danubio uruguayo.

La premisa principal en los torneos internacionales es ganar de local y rescatar aunque sea un punto de visitante. Salvo algunas excepciones, que incluyen a los más grandes del continente (Boca, River, San Pablo y algún equipo mexicano), el resto de los equipos salen a buscar el empate cuando les toca jugar fuera de casa, con el propósito de hacerse fuerte como locales y, así, lograr la clasificación a la siguiente instancia.

Eso fue lo que hizo hoy Lanús. El campeón del fútbol argentino esperó en su campo a Estudiantes, quien tenía más urgencias que el Granate por conseguir los tres puntos por la caída en el primer encuentro. Claro que esa especulación que dejaba jugar al rival, intentaba transformarse en una contra feroz cuando los visitantes conseguían la pelota. Pero ambas defensas estuvieron seguras y los delanteros, imprecisos. ¿Cómo terminó la historia, entonces? 0 a 0.

Más allá de que Estudiantes tuvo más chances y hasta le anularon bien dos goles, Lanús consiguió lo que fue a buscar a La Plata: una unidad. De esta forma, los del sur lideran el grupo con el Cuenca (ambos tienen cuatro puntos), y el Pincha y Danubio están últimos, con tan sólo una parda en su haber. Los de Sensini están obligados a vencer a los uruguayos, si pretenden clasificar a octavos. El margen de error del campeón es mayor...

DAMIÁN ORLANDI