El mérito, además, es doble: el equipo está jugando la Copa Libertadores (está primero en su grupo, luego de una presentación) y, sumado el desgaste que eso genera, hoy quienes salieron a la cancha fueron mayoría de suplentes: faltaron Cuenca, Gandolfi, Mosquera, Díaz, Casteglione, Gómez y Calderón.
El encuentro, sin embargo, comenzó siendo favorable a quienes fueron locales. Los dirigidos por Juan Manuel Llop (en la semana denunció haber recibido amenazas para que abandonara el club) se pusieron en ventaja a los 16, cuando luego de un rebote en el travesaño, Maximiliano Laso tomó el balón perdido y marcó con la valla vacía. Este juvenil (acompañado por Di Vanni) actuó porque Darío Cvitanich y Nicolás Pavlovich habían llegado a la quinta amarilla. Parecía que Banfield no iba a sentir la ausencia de dos de sus cartas principales, pero no fue así.
A los 22, los de Sarandí hicieron uso de su arma más peligrosa: la pelota parada. Martín Andrizzi la mandó al punto del penal y Aníbal Matellán apareció solo para marcar la igualdad. Y faltaba más...
A los 36, Leonardo Biagini le dio un pase a la red luego de una perfecta habilitación de Sebastián Carrera.
En el complemento, Arsenal lo liquidó. El reemplazante de Calderón, Juan Bottaro, la mandó atrás y el propio Carrera liquidó la cuestión.
Alfaro y los suyos siguen demostrando que lo del año pasado no fue casualidad. Atención, porque el Arse todavía está vivo...
DAMIÁN ORLANDI
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