viernes, 11 de enero de 2008

UN CUARTO FATAL

La supremacía conseguida por Detroit en el primer cuarto fue tal (no sólo basquetbolística sino también psicológica) que los últimos campeones nunca pudieron torcer el rumbo de la historia que los Pistons comenzaron a escribir en los primeros doce minutos de juego. Y si los Spurs no pueden, ¿quién sí?

Y eso que San Antonio comenzó con un parcial de 13-8 a su favor en los primeros seis minutos de acción, sobre todo, gracias al aporte Tim Duncan. Sin embargo, Richard Hamilton, Tayshaun Prince y Rasheed Wallace, con 10, 9 y 7 unidades en ese primer cuarto, respectivamente, hicieron que el resultado cambiara totalmente: parcial de 22-2 en los restantes 360 segundos, que resultaron fulminantes para un conjunto de Gregg Popovich que jamás pudo recuperarse.

Luego de ese período olvidable para los locales (porque encima el encuentro se disputó en el AT&T Center) reinó la paridad, por lo que el triunfo de los Pistons ya estaba asegurado: fue por 90 a 80. La figura del partido fue el ya mencionado Wallace. El ex Portland firmó su planilla con 23 unidades y 15 rebotes. De nada sirvieron los 23 puntos y los 10 recobres de Duncan, el mejor de los Spurs.

Respecto a los argentinos, Emanuel Ginóbili estuvo "errado" toda la noche: 3-12 en tiros de campo, para un total de 9 unidades. Fabricio Oberto volvió a ser titular, aunque su aporte, desde lo estadístico (porque es el mejor "jugador de equipo" de San Antonio, por lejos) fue escaso: 4 puntos y 3 rebotes. El que festejó "a medias" fue Walter Herrmann. El hombre de Venado Tuerto estuvo entre los sustitutos de los Pistons, pero no tuvo la oportunidad de ingresar.
DAMIÁN ORLANDI


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