SE QUEDO CORTO

Se jugaron los dos primeros partidos correspondientes a los cuartos de final de la Copa del Rey y, si bien las dos llaves enfrentaban a equipos parejos en cuanto a rendimiento o renombre, lo imprevisible prevaleció.

En el Vicente Calderón, Atlético Madrid recibía al Valencia de un discutido Ronald Koeman, con la misión de dar vuelta el resultado sufrido en la ida (el equipo Ché había ganado 1 a 0). Todo empezó a la perfección para los locales, ya que Miguel, en contra de su arco, adelantó al Atlético en una jugada desafortunada. Luego, a los 18, apareció el Kun: Sergio Aguero (fue titular en los madrileños al igual que Maximiliano Rodríguez) se metió al área por la izquierda y sacó un zurdazo que pegó en el palo y se metió. 2 a 0 y clasificación asegurada. Pero faltaba más: otro gol en contra (de Cléber Santana), en este caso a favor de los visitantes, ponía las cosas 2 a 1 y, con ese resultado, los hasta ese momento pasaban eran los de Koeman. Y más todavía cuando, a los 35, Juan Manuel Mata igualó las cosas. Así se fueron al descanso.

En el complemento, un gol esperanzador de Juan Valera hizo que la gente que acudió al estadio (empujada por Aguero, quien pidió el apoyo de los hinchas antes del partido) se ilusionara con el cuarto gol. Pero ese tanto nunca llegó. Para colmo, Luis Amaranto Perea se fue expulsado por un codazo a Ever Banega, quien fue titular en el Valencia. Los visitantes dieron la sorpresa y, a pesar de este oscuro presente, ya están en semifinales y sueñan con alzar la Copa.

En el otro encuentro, el clasificado fue el Getafe. El conjunto en el que actuaron Roberto Abbondanzieri, Daniel Díaz y Lucas Licht, eliminó al Mallorca (verdugo del Real Madrid en octavos) y también se metió en semifinales. El resultado fue favorable a los de la Isla (vencieron 2 a 1), pero el gol de visitante generó que los de Michael Laudrup festejaran. En el equipo de Gregorio Manzano fueron titulares Germán Lux, Guillermo Pereyra, Jonás Gutiérrez, Ariel Ibagaza y Oscar Trejo. Otra sucursal de argentinos que nada pudieron hacer ante el Pato y cía.

DAMIÁN ORLANDI