Los Spurs recibieron en su casa a Cleveland, rememorando lo que fue la final del año pasado, que terminó dándole a los Spurs su cuarto anillo de la NBA. La realidad de ambos equipos, en la actualidad, es opuesta. Los de Gregg Popovich la vienen remando últimamente, pero tienen tanto margen para el error que siempre están ahí arriba. Los Cavaliers, en cambio, se han recuperado en los últimos juegos (llevaban tres victorias al hilo, cuarta con la de hoy) y, lo que es mejor para ellos, LeBron James está recuperado de su lesión y brilla noche tras noche.
El partido que finalizó hace minutos comenzó de manera favorable para los Spurs, que jugaban en su estadio. 26 -19 se lo llevaron, con 8 puntos de Ginóbili y de Tim Duncan. En el segundo, los visitantes se repusieron y dieron vuelta la historia: 50 a 42 para los Cavaliers, y al descanso ("Manu" ya sumaba 18...).
El tercero fue mucho más parejo, aunque nuevamente James, Iglauskas y compañía finalizaron mejor el periodo. En el último apareció Tony Parker y la siguió metiendo Ginóbili, pero no fue suficiente. Ganó Cleveland por dos y sobre el final: fue por 90 a 88, y ni siquiera los 31 puntos del bahiense ayudaron a que los Spurs consiguieran una victoria que los arrime aún más a la cima en el oeste. Fabricio Oberto no tiró al aro en 17 minutos; el que sí lo hizo fue "Manu", quien otra vez aportó su magia, su talento y mucho más, pero, esta vez, de nada sirvió.
DAMIÁN ORLANDI
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