sábado, 1 de diciembre de 2007

DOLIÓ, PERO NO TANTO

Hace dos días, la Argentina caía ante el equipo más poderoso del mundo, Brasil. Sin dudas, aquella derrota únicamente podía generar la sensación de frustración por el hecho de no haber festejado luego de finalizado el encuentro. Sin embargo, las diferencias entre ambas selecciones están bien marcadas desde hace tiempo y, no por ser duro, es sabido que el único incentivo de jugar ante Brasil es la rivalidad histórica existente, porque hoy en día resulta casi imposible derrotarlo. Y digo "hoy en día" porque este equipo repleto de jóvenes está dando muestras de que tiene mucho futuro. Así lo manifestó Rezende, el técnico de la selección brasileña, y así también se expresó el entrenador de los Estados Unidos quien, luego de la victoria de su equipo de esta madrugada ante el combinado nacional por 3 a 0 (25-16 25-19 25-18), afirmó que confía en las posibilidades del equipo de Jon Uriarte de cara a lo que se viene, destacando que es un equipo joven y con mucho talento.
Hablando específicamente del partido, el conjunto norteamericano fue claramente superior durante los tres parciales. Marcos Milinkovic volvió a ser titular, pero ni él ni los 13 puntos de Guillermo García fueron suficientes para conseguir la victoria. El goleador del encuentro fue William Priddy.

La derrota sufrida hace algunas horas provocó que la Argentina se estancara en el séptimo lugar en la Copa del Mundo. Ahora, su próximo rival será Bulgaria, el último en este torneo un tanto irregular para los albicelestes, pero que deja el gustito dulce de confiar en lo que se vendrá.
DAMIÁN ORLANDI

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