El conjunto de Juan Manuel Llop dominó el partido de principio a fin, y no consiguió aumentar la distancia en el marcador porque sus delanteros no estuvieron afilados y por una buena actuación de César Monasterio. Dos cabezazos en los palos, uno de Patiño y el posterior de Cvitanich; dos zurdazos de Cristian Maidana que se fueron cerca del arco sanjuanino y dos goles anulados, el primero correctamente, por offside del goleador que volvía a ser titular luego de la lesión; y el segundo mal cobrado por el árbitro Rafael Furchi y su asistente, en el que convertía Luciano Civelli, fueron claras muestras de la ventaja que mereció sacar el conjunto visitante en el primer tiempo. Sólo un cabezazo de Luis Tonelotto, bien controlado por Cristian Luccheti, fue la única clara de los locales en todo el partido.
Pero cuando los primeros 45 minutos se acababan, se cortó la luz. El estadio que estrenaba iluminación y contaba con un grupo electrógeno nuevo, decepcionaba a su gente, que copó la cancha casi en su totalidad. Más de 30 minutos estuvo detenido el encuentro y la curiosidad fue que, cuando se reanudó, el árbitro Furchi dio por finalizada la primera etapa después de jugar tan solo dos minutos.
Al comienzo del segundo periodo, los sanjuaninos intentaron, pero sin ideas, quebrar el cero. A los 13, Patiño dejó el zurco por la derecha y remató con gran potencia, pero Monasterio se estiró y evitó el primero. Desafortudamente para él, en la jugada posterior, Maidana envió el centro desde la derecha, la bajó Diego Herner en el punto del penal y Cvitanich, sin marca y frente al arco, fusiló al "uno" local y decretó la victoria para el "Taladro".
Banfield está cerrando un torneo demasiado irregular, pero como todo el torneo también así lo fue, por qué no ilusionarse con bajar al "Granate" y gritar por primera vez en su historia. Jugando como hoy, será posible lograrlo.
DAMIÁN ORLANDI
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