lunes, 12 de noviembre de 2007

¿ACÁ HUBO CRISIS?

El domingo 9 de octubre, River derrotaba a Boca en el Monumental y las críticas de parte de la prensa y la gente se hacían escuchar. El siguiente partido, ante Estudiantes y en la Bombonera, apareció un cartel que hacía alusión a la Libertadores ganada por el equipo de Russo el semestre pasado, pero no por la labor de este último, sino porque el técnico de Boca en aquel tiempo había sido Riquelme, y la presencia del campeón con Vélez en 2005, resultó descartable. Por ese entonces, además, se hablaba de la mala relación de los jugadores con el técnico y de otras cuestiones que mostraban una realidad distinta a la que cualquiera debería pensar le correspondería al mejor equipo del continente y, por qué no, uno de los mejores del planeta.
Sin embargo, ese clima hostil pareció apaciguarse la semana pasada con la clara y convincente victoria ante Racing, y mucho más hoy, que el equipo tuvo una producción futbolística similar y apabulló a al Vélez de La Volpe por 4 a 0. Vale la mención de quién es el técnico del conjunto derrotado esta tarde por lo que significó hace un año su presencia al mando del conjunto xeneize, llevando al equipo hasta la final de un torneo, pero no pudiendo superar dicha instancia ante Estudiantes. Claro está que los hinchas no olvidan la derrota ante el "Pincha", ni la que llevó a Boca a ese encuentro decisivo, ante Lanús. Es por eso que el recibimiento para el "Bigotón" no fue el mejor, pero podría haber sido peor. Y se puede decir que se estaba más pendiente de lo que sucedería entre ambas partes (La Volpe y la gente), que lo que verdaderamente importaba para la definición del campeonato: el partido en sí. Hablando de esto último, entonces, hay que mencionar que Boca fue dueño del partido de principio a fin: a los 14, un centro de Hugo Ibarra fue conectado de manera brillante por la cabeza de Martin Palermo, quien estampó el 1 a 0. Después, Vélez intentó, pero sin demasiadas ideas, y con su máxima figura, Damián Escudero, presente en la cancha, pero a la vez ausente en cuanto a influencia en el encuentro. Para colmo, antes de la finalización de la primera etapa, se repitió la fórmula: centro de Ibarra, gol de Palermo. En el segundo, Boca se paró de contra. Sebastian Battaglia cortaba todo on gran jerarquía y el uruguayo Álvaro González demostraba un despliegue envidiable por su sector, el derecho. Y así llegó el tercero: pase cruzado de Neri Cardozo (de buen partido otra vez), aparición del charrúa, sólo en el área, y habilitación a Palacio, quien la empujó y estiró la diferencia. Finalmente, un minuto después, se encontró González otra vez sólo frente a Germán Montoya, pero esta vez frente al arco. Sin pararla, definió de zurda al primer palo: 4 a 0, victoria contundente y ya se palpita lo que pueda suceder en el encuentro con Lanús (Boca está a 3), aunque todavía falta un mes para eso.


DAMIÁN ORLANDI

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