EFECTO SUPERCLÁSICO

La fortaleza que se obtiene tras ganar el clásico de la ciudad de Rosario y el envión anímico que representa derrotar al rival de toda la vida marca lo que va a ser la futura producción del equipo que salió victorioso y que, indefectiblemente, queda lejos de poder canalizarse en resultados negativos.

Así sucedió en el Parque Independencia, en el encuentro siguiente luego de ganarle a Rosario Central y Newell´s demostró una faceta agresiva, con la actitud neta de triunfar y anulando toda oportunidad que su rival quisiese generar. Argentinos Juniors visitó la ciudad del Monumento de la Bandera y no logró en ningún momento frenar la embestida de la Lepra.

Dos anuncios claros tuvo el local, previo a los goles: el primero a través de Schiavi de cabeza, quien vio como su remate se estrelló contra el poste ante la figura ya vencida de Torrico. Después, un centro llovido al área que superó a los defensores y le quedó a Nicolás Cabrera, y el disparo del ex Gimnasia La Plata y racing que se lamentaba porque el palo, nuevamente, les ahogaba el grito de gol. Pero el tanto llegaría. Sería a los 44, dos minutos antes de entrar a los vestuarios a descansar, una falta inexistente que cobró Gabriel Brazenas, fue capitalizada de manera espléndida por los de Caruso Lombardi, que a través del centro venenoso vio como Germán Ré apareció libre para definir cruzado y marcar el 1 a 0. Hasta allí, victoria más que justificada.

En el segundo tiempo se vería practicamente lo mismo que en el primero. Newell´s atacó, el Bicho buscó y consiguió algún espacio más que antes no había logrado pero chocó ante la férrea defensa rojinegra. Los defensores se hicieron inpasables y para liquidar el partido todo quedaba a disposición de los delanteros. Otra falta cobrada por el árbitro y que otra vez dejó muchas dudas, permitió que la ventaja sea mayor por intermedio del cabezazo de Alejandro Da Silva, quien aprovechó el quedo de la defensa y sentenció a los conducidos por Gorosito.

Triunfo clave para los Leprosos, que de a poco dejan de mirar la tabla de los promedios para visualizar con atención lo que respecta a los que pelean arriba.

GERMÁN MARTINA