El encuentro, en los primeros cuarenta y cinco minutos, mostró al conjunto de Roberto Sensini mucho más predisupuesto a jugar al fútbol que los locales, quienes intentaban inquietar a Mariano Andújar a través de media y larga distancia, aunque sin dirección. El manejo de Juan Sebastián Verón y Leandro Benitez en el medio, y la velocidad de Pablo Piatti y Juan Manuel Salgueiro arriba, era lo más destacable del equipo argentino, quien pudo convertir a través de un zurdazo del uruguayo que tapó nuestro compatriota (nacionalizado ecuatoriano) Javier Klimowickz.
Los ecuatorianos no lo merecían, pero llegaron primero a la red contraria: brillante y veloz doble pared entre Toledo y Ferradas y definición rasante del delantero argentino que puso las cosas 1 a 0. Así se fueron al descanso.
En el complemento, y para sorpresa de propios y extraños, el Cuenca se hizo de la posesión de la pelota y el Pincha (¿cansado por los efectos de la altura?) se dedicó a esperar el error del contrario para buscar el empate. Pero éste nunca llegó. Pudo aumentar el conjunto local, así como también Pablo Lugüercio estuvo a punto de igualarlo a ocho del final.
Perdió Estudiantes. El 0-1 que se trae para Buenos Aires no es positivo, obviamente, pero teniendo en cuenta las dificultades ajenas al partido en sí, tampoco es para tanto...
DAMIÁN ORLANDI
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