Volviendo a lo que ha sido el trabajo de los Spurs este año, y como ya hemos repasado anteriormente, el comienzo fue de lo mejor en mucho tiempo: batían récords como locales y estiraban sus diferencias respecto a sus perseguidores. Sin embargo, el equipo ha caído en una meseta. En ese andar irregular, hasta Minnesota, el peor de todos, le puede hacer partido; así como también pueden deshacerse del mejor Phoenix, por poner un ejemplo claro.
Ayer, las circunstancias estaban a favor de los de Gregg Popovich. Enfrentaban en el AT&T Center a Philadelphia, un conjunto que ocupa la anteúltima posición del este y que, luego de la partida de Allen Iverson a Denver, ha depositado sus esperanzas en Andre Iguodala, el improvisado alero que promedia 19 puntos por partido y no resulta suficiente, porque sus compañeros tampoco colaboran demasiado.
El encuentro fue parejo los primeros dos cuartos. En el tercero, San Antonio erró ¡¡16 tiros consecutivos!! Todos y cada uno de los Spurs que entraban a la cancha tenían el aro cerrado. En esos doce minutos, los locales convirtieron un punto por minuto y los 76ers se quedaron con la ventaja (65-64).
Pero en el último apareció Emanuel Ginóbili. El bahiense convirtió cuatro triples y totalizó catorce unidades en los últimos doce minutos de juego.
Con el aporte de "Manu" en los momentos cruciales del encuentro, San Antonio venció 89 a 82 y enhebró su segundo éxito al hilo, lo que generó que ahora sean los líderes de la división Sudoeste, con un récord de 25-11. Ginóbili finalizó con un total de 20 puntos y 5 asistencias. Por su parte, Fabricio Oberto tuvo una noche de las suyas: mucho aporte para el equipo y poco lucimiento personal. El cordobés anotó 6 unidades y bajó 4 rebotes, en 16 minutos de acción.
DAMIÁN ORLANDI
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